Lozoya

La justicia en la mesa de los poderosos

13 octubre, 2021

Emilio Lozoya Austin cenando un sábado por la noche en el Hunan, como si nada, sonriendo. En julio de 2020 fue extraditado a México y carga sobre sus bolsas con los delitos de lavado de activos, asociación delictuosa y cohecho cuando dirigía Pemex.

Aquel día, todos los medios esperaban ver su cara en su llegada al país. Pasaron casi 15 meses para ver su rostro, tranquilo, relajado, como en una cita de negocios con comida y amigos.

“Yo creo que es legal, pero es inmoral el que se den estas cosas, es una imprudencia, para decir lo menos”, alcanzó a decir Andrés Manuel López Obrador al respecto. Pero, más al fondo, Alejandro Gertz Manero, el fiscal general, está con cara de pocos amigos. El procurador y amigo del Presidente justo se ve embaucado en la polémica cuando a Lozoya se le ocurrió irse a cenar.

Y es que Gertz Manero está más preocupado por encarcelar a 31 científicos en una prisión de máxima seguridad que por lo general está reservada para capos del narco, y no por convertirse en un fiscal de hierro que en realidad limpia de corrupción al país. 

Había quien pensaba que Alejandro Gertz Manero podría pasar a la historia resolviendo el caso de corrupción más grande que le ha tocado en esa posición: Odebrecht y encarcelar a Emilio Lozoya. Pero ahora le fue a servir en charola de plata la impunidad, bajo la figura elegante del “testigo protegido”.

 

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De acuerdo con el medio Emeequis, Gertz Manero le dio algunas prohibiciones a Emilio para evitar una mancha en la imagen de la FGR, como “no adquirir propiedades o vehículos, salir a fiestas y dejarse ver en restaurantes de lujo”. Lo último pasó y tal vez el fiscal tome severa venganza, aunque salió a defenderlo al decir que “sigue bajo proceso”, por lo que nos queda esperar al 3 de noviembre para saber si la justicia está sentada en la mesa de los ricos y poderosos, una justicia amiga que parecía incorruptible.

Quizás y en una de esas, Lozoya ni pise la cárcel como premio por contribuir a una maroma política, pese a las innumerables veces que la Cuarta Transformación ha jurado acabar con la corrupción. Odebrecht es eso y mucho más, y ya está manchando de petróleo a la FGR. Aunque no le guste, Gertz Manero debe aplicarse, puesto que no tiene mucho que pueda destacar en su currícula como fiscal general de la nación.

Una tras otra

Esta es la segunda vez que el gremio gasero hace un paro de actividades porque no les sale el negocio de ganar comisiones más altas. La tercera es la vencida y si no accede el gobierno federal a sus demandas, la que se va a armar. A esos grupos de poder vaya que no se les toca como sí se les reprime a otros movimientos y marchas. Ahí se ve la mano de Martí Batres orquestando todo…

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