Marihuana: llega la propuesta para la despenalización

8 noviembre, 2018

La primera veda hacia el cannabis se dio a inicios del Siglo XX bajo los mandatos de Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles. Ambos expresidentes promulgaron varias leyes que penalizaban el uso de la marihuana y otras drogas como la heroína y el opio.

El argumento principal que se utilizó no fue por cuestiones de seguridad, sino como prevención en asuntos de salud social y para evitar su uso comercial.

Posteriormente, en febrero de 1940 el entonces presidente Lázaro Cárdenas firmó un decreto que permitió el uso del cannabis, la morfina y la heroína para usos médicos. Sin embargo, dicha apertura no duró mucho debido a que Estados Unidos amenazó a México con dejar de exportar fármacos y de importar plata y otras materias primas.

Desde entonces han pasado 78 años de prohibición, de los cuales México ha tenido que aguantar dos sexenios de un conflicto llamado la “Guerra contra el narcotráfico”, protagonizado por el Estado y por los grupos más poderosos de la delincuencia organizada.

Cannabis: Un Viaje de casi un siglo hacia la despenalización

Contrarias a las políticas prohibicionistas que han imperado en México, la nueva legislación y el Gobierno Federal que comenzará a operar en pocos días, pondrán sobre la mesa las iniciativas que promueven el uso médico y personal del cannabis.

Aunque en el ámbito político y social se esperaba desde hace unos meses que la marihuana llegara oficialmente como propuesta al poder legislativo, todo mundo se cuestionaba cómo sería la regulación en México, ya que, de todos los modelos de despenalización en otros países, no fueron aprobados en el mismo clima de violencia en el que se encuentra la república.

Luego de tantos años de debate, conferencias, exposiciones y foros, parece ser que la despenalización de la marihuana está a escasos días de ser una realidad.

Hace unos días, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) concedió dos amparos que permiten el consumo “lúdico” de la marihuana, estableciendo así una jurisprudencia que ordena al poder legislativo modificar las leyes prohibicionistas existentes.

Esto ha dado paso a que este 8 de noviembre se presente ante el pleno del Senado de la República, la primera iniciativa con proyecto de decreto que se expide en la Ley General para la Regulación y Control de Cannabis, promovido por la senadora y futura titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

En su exposición de motivos, la senadora que señala que el último reporte The War Report Armed Conflicts 2017, catalogó a México por primera vez como uno de los países en desarrollo que pasa por uno de los conflictos armados no internacionales más violentos del mundo.

Olga Sánchez Cordero concluye que el conflicto armado que vive el país ha generado dos consecuencias que dan cuenta del fracaso de la guerra contra el narcotráfico: el endurecimiento de la violencia en todo el país y la criminalización de la sociedad que realiza actividades relacionadas con el cannabis.

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¿Qué dice la propuesta?

La propuesta de regulación que llegará esta semana al pleno del senado plantea equilibrar el enfoque de salud pública con el interés del comercio.

Este modelo de regulación que propone Olga Sánchez Cordero busca permitir un mercado comercial legal regulado; la creación de un padrón o registro de volúmenes de producción; coordinación entre la federación con las entidades; así como un marco regulatorio flexible que pueda adaptarse a la nueva evidencia de un tipo de producto en especial.

De acuerdo con dicha propuesta, se busca respetar la autonomía de las personas en su propio plan de vida, es decir, que se permitirá la siembra, cultivo, cosecha, producción, transformación, etiquetado, empaquetado, trasportación, distribución, venta y comercialización.

Acompañado de la creación del Instituto Mexicano de Regulación y Control del Cannabis, que fungirá como órgano descentralizado encargado de regular, reglamentar, monitorear, sancionar y evaluar el sistema de regulación de la marihuana.

Lo que seguirá penado será el comercio, distribución, donación, venta y suministros a menores de edad, y tampoco se les podrá emplear a las actividades que tengan que ver con productos de marihuana.

En cuanto a la producción, se propone que cada persona pueda poseer hasta 480 gramos al año, y para quienes quieran sembrar, tendrán que estar registrados y recibir el permiso del Instituto: cada individuo podrá poseer hasta 20 plantas para el uso personal.

La iniciativa también contempla la creación de cooperativas de cannabis, conocidos como clubes cannábicos: un modelo que también ha se ha adoptado en otros países como España, Uruguay, Chile, entre otros.

Clubs cannábicos: donde cultivar y sembrar marihuana es libre

Cada cooperativa podrá tener un mínimo de dos y un máximo de 150 socios, y podrán dedicarse únicamente a la producción de cannabis y de sus derivados.

Los administradores deberán producir un máximo de 480 gramos al año por socio, y el excedente deberá donarse a instituciones para fines científicos. Se espera que para el control de cultivo, cosecha, producción y distribución se manejen bitácoras en el que estará todo registrado.

Cada persona podrá pertenecer a una sola cooperativa, y quedará prohibido el consumo de cualquier otra sustancia dentro de las instalaciones con excepción del cannabis.

Cannabis para la salud, investigación y uso comercial

Para las autorizaciones de uso médico, científico y cosméticos se deberá contar con un protocolo de investigación autorizado por el Instituto, y los medicamentos derivados del cannabis sólo podrán anunciarse en publicaciones de carácter científico o técnico, dirigidos a expertos en la materia.

Para las personas que quieran obtener una licencia para producir cannabis y sus derivados para fines comerciales estarán estrictamente determinados para el uso farmacéutico, terapéutico, paliativo, adulto o industrial.

Para la venta de fármacos que contengan THC o CBD quedará únicamente a disposición de personas que presenten una receta médica, los cuales podrán obtenerse en farmacias especializadas, puesto que estarán obligadas a ofrecer servicios de información y asesoramiento profesionalizado.

El libre desarrollo de la personalidad que viene marcado en la Constitución será respetado, debido a que quedará permitido fumar cannabis en espacios públicos, con excepción de espacios 100% libres de humo de tabaco.

Se permitirá la apertura de establecimientos específicos para la venta de marihuana y productos derivados de ésta. Los cuales deberán ser autorizados por el Instituto.

Estos tipos de establecimientos serán parecidos a los dispensarios de cannabis que existen en otros países, además de que tendrán que cumplir con obligaciones como ofrecer servicios de información y asesoramiento profesionalizado.

Todas las personas que quieran acceder a dicho lugar, deberán acreditar su mayoría de edad, y tendrán que exhibir leyendas de advertencia autorizadas por el instituto.

Esta propuesta que puede ser consultada en el portal de internet del Senado estaba prevista para que fuera presentada el pasado martes, sin embargo, fue pospuesta para este jueves debido a que será modificada en algunos aspectos.

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