CIUDAD DE MÉXICO, 25NOVIEMBRE2018.- Mujeres y madres víctimas cuyas hijas fueron víctimas de feminicidio clausuraron simbólicamente la PGR, en demanda de justicia, durante el Día Internacional por la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres. FOTO: ISAAC ESQUIVEL /CUARTOSCURO.COM

Niñas, vulnerables en el Edomex; aumentan asesinatos de menores

11 febrero, 2019

Giselle fue violada y asesinada en el Edomex, su caso no es aislado, en la última década el homicidio de niñas aumentó más del 40% en tierras mexiquenses, en cuatro años feminicidios y crímenes sexuales también han ido a la alza. 

Era la mañana del 19 de enero cuando Giselle, de apenas 11 años de edad, acudió a un cibercafé ubicado en la colonia San Lorenzo, en Chimalhuacán, Estado de México.

El establecimiento era atendido por Roberto, un hombre de 51 años, con una barba tenue, ligera calva y canoso.

Giselle le pidió a Roberto una computadora, le mandaría un mensaje por Facebook a su mamá. En lo que respondía, la menor esperó.

Ante la espera, Roberto le ofreció a Giselle un refresco, ella aceptó; así que el hombre de 51 años invitó a la menor de 11 a pasar a su casa, a un costado del cibercafé, ahí tomarían la bebida.

Ya dentro del domicilio, Giselle descubrió que las intenciones de Roberto eran otras: el sujeto la abordó, la llevó a su recamara y abusó sexualmente de ella.

Tras realizar el crimen sexual, el violador la asfixio hasta la muerte, consumando el feminicidio. Luego, como sin nada, abrió de nuevo el cibercafé, mientras el cuerpo de la niña yacía en su recamara.

Giselle. Foto: Reproducción

Los papás de Giselle, ante la ausencia de su hija, comenzaron a buscarla. Naturalmente iniciaron en el cibercafé, el último lugar donde se comunicaron con ella. Roberto les dijo que no había estado ahí, aceptaron las palabras del dueño y se fueron.

Vecinos y familiares se unieron entonces a la búsqueda de Giselle. Ante la indiferencia de las autoridades mexiquenses, los pobladores de Chimalhuacán realizaron una manifestación, la cual fue cubierta por varios medios, sólo así comenzaron las diligencias del caso.

La misma noche del feminicidio, Roberto salió de su casa con el cuerpo de Giselle, para abandonarla en un predio en Ixtapaluca, junto con la ropa de la menor y algunas de sus pertenencias.

Ocho días después, el cuerpo de Giselle fue encontrado donde Roberto la dejó, comenzando así la diligencias por feminicidio.    

Autoridades mexiquenses acudieron al cibercafé de Roberto, la última pista de la menor con vida. Ahí el sujeto les ofreció mil pesos para que no lo involucraran con el feminicidio de Giselle, ellos no aceptaron, fue detenido por cohecho.

Roberto. Foto: FGJEM

Entonces, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) solicitó a un juez una orden de cateo en el establecimiento y la casa de Roberto, éste la concedió.

Algo faltaba en el cibercafé, una sábana, la cual fungía como cortina del establecimiento. Roberto la había utilizado para envolver la ropa de la menor, la cual abandonó junto al cuerpo. Por si fuera poco, la fiscalía encontró más pistas en la recamara, de las cuales no dio detalle.

Un último hallazgo sepultó por completo a Roberto: las cámaras de seguridad. Estas, enfrente del cibercafé, mostraban a Giselle entrando al establecimiento, pero nunca saliendo de éste.

Ya detenido, a Roberto le giraron una orden de aprehensión por el delito de feminicidio cometido en contra de Giselle. Su captura se dio a conocer oficialmente el 29 de enero, al día siguiente fue la audiencia por el caso, se dijo culpable y confesó como cometió el crimen.

El caso de Giselle tuvo “suerte”, el responsable fue detenido rápidamente y la menor, así como sus familiares, recibirá justicia.

Recién iniciado el año el asesinato y violación de Camila, de nueve años de edad, en Valle de Chalco, conmocionó a toda la entidad. El feminicida era un recién llegado vigilante de la colonia llamado Marciano, fue detenido.

Sin embargo, estos crímenes no son aislados, se han vuelto una constante en tierras mexiquenses.

En una década el asesinato violento de niñas en tierras mexiquenses han aumentado 41%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En 2007 apenas se cometieron 36 asesinatos de mujeres menores de 18 años, mientras que en 2017, último año de registro disponible del instituto, aumentaron a 51 homicidios.

En esta década fueron asesinadas en el Estado de México 491 menores de edad, de las cuales más de la mitad fueron adolescentes entre los 14 y 17 años.

Varias de estas mujeres, antes de ser asesinadas, fueron violadas. Los crímenes sexuales aumentaron un 57% en los últimos cuatro años en tierras mexiquenses.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Púbica (SESNSP), en 2015 se denunciaron 2 mil 741 delitos sexuales en el Estado de México, mientras que el año pasado sumaron 4 mil 316 casos.

En 2016 un hashtag comenzó a virilizarse en Twitter, #MiPrimerAcoso, donde mujeres relataban su primera experiencia de acoso sexual.

Con estas publicaciones, el profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Adrián Santuario Hernández, realizó un análisis de 78 mil tuits para descubrir a que edad comienzan el acoso sexual contra mujeres, siendo entre 6 y 10 años de edad la mayoría de los incidentes.

Los feminicidios, sin importar la edad, también aumentaron en el Estado de México. Los casos incrementaron en un 86% en los últimos cuatro años.

En 2015 se tipificaron como feminicidios 59 asesinatos violentos de mujeres en la entidad mexiquenses, para 2018 los casos fueron 110.

Cabe mencionar que no todos los asesinatos de mujeres son tipificados como feminicidios, sino solo aquellos que, detrás del crimen, exista una razón de género.

Así, el Estado de México se convierte en la entidad más peligroso para ser mujer en todo el país.

Por ello, desde el 2015 se activó la Alerta de Género, un conjunto de acciones gubernamentales de emergencia para enfrentar y erradicar la violencia contra la mujer, lo cual evidentemente no han funcionado.

En los últimos dos años se han destinado 60 millones de pesos a la Alerta de Género en el Estado de México, mientras que el actual gobernador, Alfredo del Mazo, gastó en el primer año de su administración 76 millones 656 mil 595.59 pesos, según informarnos en el reportaje: “Alfredo del Mazo gasta más en publicidad que en la Alerta de Género”.

Es decir, Del Mazo invirtió más en la imagen de su gobierno que en la seguridad de las mexiquenses.

En tanto, las mujeres y niñas en el Estado de México siguen siendo desaparecidas, abusadas sexualmente y asesinadas.

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