Rodrigo GutiérrezPatricia enganchaba a las víctimas, Juan Carlos las asesinaba para luego abusar sexualmente de ellas, ambos las descuartizaban y se deshacían de los cuerpos. Los hechos ocurrieron en Ecatepec, la capital del feminicidio en la entidad del país más peligrosa para ser mujer: el Estado de México.
No hay entidad en todo el país en el que se cometan más feminicidios y crímenes sexuales que en el Estado de México, según las cifras oficiales; esta dura realidad se ve reflejada en el caso de la llamada “pareja feminicida”.
Se trata de Juan Carlos y Patricia, pareja que vivía en la colonia Jardines de Morelos en el municipio mexiquense de Ecatepec.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) los acusa de al menos diez feminicidios, aunque podrían ser hasta 20.
Los hechos comenzaron con la desaparición de cuatro mujeres, una de ellas en compañía de una bebé recién nacida, en la colonia Jardines de Morelos, entre los pasados meses de abril y septiembre.
Cuando la FGJEM comenzó las indagatorias por las desapariciones, según señaló el fiscal Alejandro Jaime Gómez Sánchez, tres de las desaparecidas tenían algún vínculo con Juan Carlos y Patricia, a partir de ello, la pareja comenzó a ser vigilada por las autoridades mexiquenses.
El 4 de octubre, Juan Carlos y Patricia salían de su domicilio junto con una carriola, elementos ministeriales se acercaron a la pareja esperando que con ellos se encontrara la recién nacida desaparecida.
La sorpresa fue mayor cuando las autoridades mexiquenses encontraron, no un bebé, sino una bolsa llena de restos humanos dentro de la carriola. En ese momento, ambos fueron detenidos.
Tras su detención y las primeras declaraciones, la pareja confesó ser autores de los feminicidios y detalló a las autoridades el destino de los restos humanos, los cuales se encontraban en un lote baldío de la zona.
Después, diligencias de la fiscalía derivó dos cateos en domicilios diferentes, donde se descubrieron más restos dentro de ocho cubetas de plástico de 20 litros cada una rellenas de cemento.
Así como un refrigerador donde fueron ubicados más restos congelados, envueltos en bolsas plásticas.
Entre los restos encontrados estarían los de tres de las cuatro mujeres desaparecidas, sin mencionar las víctimas no identificadas.
En sus declaraciones iniciales, la pareja detalló que la recién nacida desaparecida junto a su madre fue vendida a un matrimonio, quien también fue detenido y la menor recuperada.
La primera audiencia del caso arrojó varios detalles del modus operandi de la pareja y de sus trastornos mentales, principalmente de Juan Carlos.
Él, según la FGJEM, tiene un trastorno mental de tipo psicótico y un trastorno de personalidad, mientras que la mujer cuenta con retraso mental de nacimiento y un delirio inducido adquirido.
Patricia era quien enganchaba a las víctimas, se ganaba su confianza para que ingresaran a su domicilio, donde Juan Carlos las asesinaba, para luego abusar sexualmente de los cuerpos. Ambos las descuartizaban y se deshacían de los restos.
Él confesó que incluso lo huesos eran vendidos, sin dar más detalle de a quién y a qué costo.
Su dura infancia y el maltrato que sufrió bajo el yugo de su madre, sería el causante de lo que Juan Carlos dijo era un odio hacia las mujeres.
Su madre lo vestía de mujer cuando era niño y lo obligaba a ver cuando ella tenía relaciones sexuales con diferentes parejas.
Ambos fueron ingresados al Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Ecatepec.
El caso de la “pareja feminicida” describe perfectamente el escenario de violencia a las que se arriesgan a diario las mujeres en el Estado de México.
La entidad gobernada por Alfredo del Mazo es donde más asesinatos de mujeres, feminicidios y crímenes sexuales hay en todo el país.
Durante el 2017, 462 mujeres fueron asesinadas en el Estado de México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De enero a agosto de este año se han calificado como feminicidio el asesinato violento de 68 mujeres en el Estado de México, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Las mujeres: la luz y el ocaso del gobierno de Alfredo del Mazo
La misma SESNSP suma en lo que va de 2018 un total de 2 mil 706 crímenes sexuales en tierras mexiquenses.
Pese a que en 2015 se emitió la alerta de género en el Estado de México, estos crímenes han ido a la alza, particularmente en el primer año de gobierno de Alfredo del Mazo.
El Primer Informe de Gobierno del mandatario priista, en materia de seguridad, únicamente presumió el aumento del presupuesto a la seguridad pública y a la procuración de justicia, así como el incremento de patrullas nuevas y mejoras en los salarios de las “Fuerzas de Seguridad”.
Nada de resultados concretos de un Estado que presume a la mujer como el eje central de su gobierno.
