Notimex

El periodismo de agencia en México antes de Notimex

La presencia de las agencias de noticias en México es tan antigua como las mismas agencias. Esto se remonta a 1846, cuando nuestro país estaba enfrascado en una guerra con los Estados Unidos, la cual terminaría con la pérdida de la mitad del territorio, tras la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo. La gran herida nacional, jamás cicatrizada.

Durante estas fechas, cinco periódicos de Nueva York querían informar sobre lo que acontecía en el territorio mexicano, pero dado que los costos eran muy elevados, se reunieron para fundar una ruta exprés de ponis que llevara las noticias hacia el norte más rápido que lo hacía en aquel entonces la Oficina Postal de los Estados Unidos. Éste fue el nacimiento de la Associated Press (AP).

Durante los siguientes cincuenta años –y principalmente después de la repartición mundial por parte de las cuatro principales agencias de noticias en 1876 (Havas, Reuters, Wolff y AP)– México fue un territorio neutral para que estos conglomerados informativos ejercieran el periodismo. Es decir, cualquiera podía cubrir nuestro territorio y publicar lo que ocurría en éste. Pero, tras la Primera Guerra Mundial, era posible observar que las noticias “provenían de los grandes consorcios del vecino del norte, AP y United Press (UP)”, según señala el investigador Sebastián Rivera Mir.

En el siglo XIX no existió ninguna agencia de noticias propiamente mexicana, ni tampoco durante los primeros veinte años del siglo XX. Fue hasta que terminó la Revolución Mexicana cuando se dieron los primeros esbozos de creación de distintas agencias. Se distinguen dos etapas en estos años, previo al nacimiento de Notimex.

La primera de estas etapas va de 1920 a 1925, y durante estos años varios empresarios buscaron crear agencias que sirvieran como proveedores de noticias para periódicos en el extranjero. Nacieron con más ímpetu y ganas que con un verdadero conocimiento de lo que era el periodismo. Buscaban ser portavoces de lo que ocurría en nuestro país, o como redactaron los creadores de la Agencia de Información Mexicana en 1920, “hasta el presente, toda la información mexicana, está en manos de agencias extranjeras y de corresponsales particulares, para los cuales México es sólo un campo de operaciones mercantiles”.

Estas agencias sufrieron de espionaje gubernamental. Usualmente se les acusaba de proporcionar información a gobiernos extranjeros, principalmente el estadounidense. Hay que recordar que, en aquella década, las relaciones entre ambos países aún no eran de total amistad y había gran resentimiento y rencor sobre las intenciones de nuestro vecino del norte. Este miedo llevaba a los primeros gobiernos nacionales posteriores a la Revolución a querer controlar toda la información que circulaba en México.

Esto nos llevó a la segunda etapa, la cual, como tal nunca ha dejado de existir. Durante el segundo lustro de 1920, surgieron distintas agencias que contaban con la bendición gubernamental como Ariel News Service, la Agencia Mexicana Trens y la Agencia Duems.

En pocos casos esta bendición era tan evidente como en la Agencia Trens, la cual buscaba “introducir noticias mexicanas directamente en los medios estadunidenses y a su vez, filtrar las noticias que desde Estados Unidos llegaran a los diarios mexicanos”, además de que las fuentes de información de esta agencia siempre eran políticos y diplomáticos que buscaban dar una versión bondadosa de lo que ocurría en el territorio nacional, señala Rivera Mir.

Como respuesta a este pulular de agencias de noticias con fachada estatal, el diplomático Juan de Dios Bojórquez fundó la Agencia de Noticias Telegráficas Americana (ANTA), la cual existió en México entre 1935 y 1945, año en que el político Maximino Ávila Camacho –hermano del presidente– le dio muerte, al no poder apropiarse de ésta para “futuras campañas presidenciales”, como acusaría el mismo Bojórquez. A la par de esta agencia, existió lo que puede llamarse propiamente como la primera agencia del gobierno mexicano, el Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad (DAPP), creada por Lázaro Cárdenas.

Dos décadas después de la desaparición de ANTA, el gobierno mexicano fundaría Notimex, agencia estatal que hasta la fecha se mantiene y que, a su vez, terminó por condenar a otras pequeñas instituciones informativas de aquellos años como Informex. Sin embargo, cuarenta y nueve años después, es interesante observar que la agencia de noticias con mayor presencia en México no es ésta… es EFE, la española.

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