Apuntes de un Centinela: Adiós al #FiscalCarnal, ¿hola corrupción normalizada?

17 octubre, 2017

Ayer Raúl Cervantes presentó su renuncia de la PGR porque estaba harto de ser el único candidato para la Fiscalía General de la Nación. Pero no habría nadie más dada su cercanía con el presidente Peña Nieto, que ya lo tenía dispuesto como próximo fiscal. No obstante los partidos lo repudiaron y etiquetaron como el #FiscalCarnal.

Cervantes dice que no quiere detener más las urgentes leyes que el país necesita, pero también quiere dejar bien parado a Peña Nieto. Casi 12 meses permaneció en el cargo de procurador y sus resultados son cuestionables y no lo pienso aburrir con eso.

Darse cuenta que dicha renuncia solo aplaza el compromiso del presidente por una mejoría contra la corrupción es el primer paso a entender. Incluso Peña Nieto mencionó que “la corrupción no es la culpable de todo”, como queriendo que atribuyamos que hay más males que atender. O peor, que también ha existido en Brasil, Nicaragua… hasta en la extinta URSS.

Es increíble como ahora la corrupción quieren normalizarla tanto como ha sucedido con la inseguridad, violencia de género o discriminación.

Así que el “pase automático” de Cervantes hubiera sido algo normal. Lo establece el texto del 16 transitorio del artículo 102 de la Constitución, con la posibilidad de permanecer en el cargo 9 años. En palabras comunes y apelando al viejo PRI, un dedazo presidencial típico de los tricolores.

Peña Nieto hizo bien al aceptar la renuncia de Raúl Cervantes; un claro punto a favor de su reputación presidencial. Mientras, el ahora ex procurador defenderá su postura de “los avances en la procuración de justicia no deben esconderse detrás de un nombre”. Así pues, lo hizo por mejorar una institución (eso dice).

A más tardar en 2018 la PGR se transformaría en Fiscalía General de la República, a raíz de una reforma constitucional aprobada en 2014. Quien quede a cargo deberá llevar una responsabilidad tan importante como la presidencial. Tanto como la procuración de justicia como la erradicación de la corrupción son tareas del próximo fiscal.

De tal manera que provisionalmente se quedará Alberto Elías Beltrán, hasta ayer subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales. Fue el encargado de llevar los casos de Javier Duarte y Roberto Borge, más toda su experiencia en la misma PGR y Hacienda.

El perfil para cumplir la función de Fiscal General de la Nación podría recaer en alguien conocido para la impartición de justicia mexicana. ¿Recuerdan a la senadora con licencia del PRI, Arely Gómez, ex titular de la PGR? La actual secretaria de la Función Pública cuenta con la experiencia para obtener el puesto, además de que haría historia.

Pero la decisión de quién será el o la nueva fiscal esperará a que el clima electoral se estabilice. No obstante, permanecería como petición del próximo presidente, el 1 de diciembre de 2018, tal como constitucionalmente debería ser.

Independientemente quien gane la justicia deberá ser repartida con total transparencia y que nos haga creer que la corrupción no es normal.

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