La noche del martes 25 los aspirantes a la gubernatura del Estado de México se reunirán en una mesa redonda para debatir acerca de seguridad e impartición de justicia, combate a la corrupción y desarrollo social en un lapso de 90 minutos.
La estrategia del debate organizado por el Instituto Electoral del Estado de México consiste en que la candidata de Acción Nacional lo abra. El orden revelará con qué se quedará la gente de los discursos propuestos por los aspirantes a gobernador, ya que Del Mazo cerrará las participaciones de la mesa.
Existe una planeación sorteada que, si bien deja actuar a los candidatos independientes, posiciona muy sutilmente a los peces gordos que acaparan las encuestas, mismas que siguen con el aspirante priista a la cabeza, seguido muy de cerca de Delfina Gómez y lejos a Vázquez Mota. Quizá Juan Zepeda sea la revelación al momento de la presentación de los temas ya que dejó en ridículo al candidato tricolor en un programa de televisión, pero es solo una posibilidad.
Más allá del orden que presentará la guerra de promesas y falacias que tienen pensados, deber ser sensatos ante lo que significa gobernar el Estado de México; básicamente la entidad necesita salvarse de inseguridad, desempleo, alto costo de transporte, violencia contra las mujeres y una lista larga de olvidos de Eruviel Ávila, quien no debería ni siquiera a aspirar a una candidatura presidencial dados los resultados nefastos de su actual administración.
De tal manera que los seis candidatos prometerán y discutirán en una batalla de todos contra todos. Para verlo más fácil: el PRI, un partido populero y que se cree dueño del país. Y Acción Nacional parece el hermano menor acusando lo que los demás hacen mal o no, en sus spots les faltaría el ¡pero mamá!
En la otra mano, Morena; la autodenominada esperanza del país. Sin embargo, empieza a convertirse en la basura de un juego de póker en el que quiere luchar con lo que tiene pero que le dejaron los demás. El PRD sigue vivo y ya es ganancia, si obtiene un mal resultado, la fuerza de la mano izquierda se acabará, quizá junto con el Partido del Trabajo.
Probablemente la candidata independiente María Teresa Castell acudirá al debate para aprender y fungir como el chispazo que demuestra la participación ciudadana, mas no cuenta con la fuerza suficiente para llevarse el triunfo como hace tiempo lo lograron Pedro Kumamoto en Zapopan o Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, actual gobernador de Monterrey.
Las batallas por la entidad mexiquense tendrán como armas las falacias de la izquierda y las promesas de derecha, pero ¿cuándo habrá verdaderas soluciones para un estado de agonía como el gobernado eternamente por el PRI?