Daniel CallejasUn medio que no protege a sus trabajadores a costa de hacer escándalos públicos no merece credibilidad en sus contenidos. La semana pasada ocurrió un asalto en las instalaciones del diario La Razón y, hasta hoy, nada se ha esclarecido.
Pasar de testigo voluntario a culpable de robo agravado en pandilla parece no tener coherencia; no obstante, para el medio fue la indicación dada. Los directivos del diario, a quienes por prevención de represalias contra un servidor no daré a conocer, acusaron a su editora web Dolores Luna Maya sin seguir el debido proceso.
Justifica el diario que fue parte del hurto a una caja fuerte, de acuerdo con la carpeta de investigación CI-FMH/MH-5/UI-2 C/D/00398/04-2018 de la Fiscalía Desconcentrada en Investigación en la delegación Miguel Hidalgo, hechos que Dolores negó, pero la declaración no fue tomada en cuenta.
Hubo violaciones al debido proceso; un retraso en la presentación ante el MP después de la detención ocurrida al mediodía, pero presentada a las 15 horas. Además de la inculpación sin verificación de cámaras ni testigos y una ausencia de respuesta por parte de los directivos.
Fue trasladada al Reclusorio Oriente y no quedó en eso la falta de protección por parte del diario, aunado a la juez que llevó a cabo la audiencia inicial. Dicha autoridad consideró que Dolores representa un riesgo medio por vivir en el Estado de México.
Sí, esa demarcación que Eruviel Ávila dejó marcada por la ola de feminicidios y exceso de violencia que lo convierten en una de las más inseguras del país y que, por supuesto, no significa que Dolores forme parte de un grupo delictivo.
Por si fuera poco, los asesinatos de periodistas quedan acompañados de esta injusticia por parte del mismo diario y un pésimo manejo ministerial. Una decisión directiva llevó a su propia editora web a prisión.
Se mencionó, además, que varios de sus compañeros ratificaron su acusación, mientras que gran parte de sus colegas, familiares y amigos lo consideraron un error. ¿Quiénes son los que la acusaron y qué motivos los llevaron a hacerlo? No sería descabellado imaginar que el mismo medio esté detrás de las imputaciones.
Sin embargo, aún no se sabe y la exigencia porque dé respuesta el medio es prioritario; al inicio de la semana se propuso viralizar la situación a través del hashtag #JusticiaParaLolaLuna para que una periodista ejerza su libertad como derecho, no como ruego al Diario y sus directivos. Ya basta de más periodistas usados como chivos expiatorios o materia forense para callar la verdad.
