El entorno económico para México en este 2018 se prevé cauteloso, aunado a un crecimiento anual para el 2017 por debajo de lo observado durante 2016, éstas fueron algunas de las observaciones que realizó el Banco de México (Banxico) durante su última minuta del año pasado, emitida en diciembre.
Las previsiones económicas para el cierre de 2017, es decir el crecimiento el Producto Interno Bruto (PIB), estiman se ubique entre 1.8 y 2.3% – dicha información será dada a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en febrero de este año- tasa que el banco central reconoce será menor al 2016, cuando el crecimiento fue de 2.3% anual en su conjunto.
En tanto para este 2018, algunos integrantes de la Junta de Gobierno de Banxico “apuntaron que la actividad económica continuaría creciendo a un ritmo moderado”.
Los factores o riesgos que ven para tal consideración tienen que ver con las elecciones que tendrá el país en este año, la normalización de la política monetaria en los países avanzados, así como la incertidumbre que se ha generado por la renegociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN).
Incluso, sobre este último factor, añadieron y reconocieron que “ha afectado considerablemente a la inversión y posiblemente es una de las causas de la desaceleración del consumo respecto a lo observado en la segunda mitad de 2016”.
El propio Banco Mundial, en sus recientes estimaciones de crecimiento de PIB para diversos países del mundo dadas a conocer el 9 de enero, estimó que nuestro país podría tener una tasa de 1.9% para 2017, y de 2.1% para 2018. En tanto el Fondo Monetario en su más reciente estimación de crecimiento en el PIB, y que se publicó en octubre de 2017, preveía un crecimiento para México de 2.1% en 2017 y 1.9% para 2018.
Inflación más alta en 16 años
Respecto al panorama inflacionario del país, en la mencionada minuta Banxico admite que ésta no se desaceleró en los últimos meses del 2017, y que la recuperación de esta cifra, es decir que regrese a la meta prevista por el banco central de 3% +/- 1 (un punto porcentual menor o un punto porcentual mayor a 3%), tardará más tiempo del estimado; este escenario podría darse podría hasta finales del 2019 y no del 2018, tal como habían indicado en otras minutas durante el año anterior.
“Adicionalmente, prevé que la convergencia al objetivo de 3.0 por ciento sea más lenta que la que se anticipaba, con lo cual espera que la inflación alcance niveles cercanos al objetivo a finales del próximo año, y que fluctúe alrededor de dicho nivel en 2019”, destaco Banxico en la minuta.
Respecto a la tasa de inflación correspondiente a diciembre, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) comunicó que, para la variación anual para el último mes del año, en relación anual con diciembre de 2016, se ubicó en 6.77%, la mayor tasa mensual interanual desde mayo de 2011, cuando fue de 6.95%. Siendo el jitomate y el transporte aéreo los que más variaron su precio durante el último mes del año.
La tasa para diciembre fue mayor a la variación anual de noviembre, con un 6.63% (comparación noviembre 2016 con noviembre de 2017) considerando que ésta ya había sido una de las altas en años.
Incluso creció ligeramente más de lo que los economistas y bancos habían estimado, según un ejercicio de consulta realizado por la agencia Reuters, en el cual preveían un 6.75%.
En el apunte de Banxico, comentaron que también el alza en el salario mínimo que entró en vigor durante diciembre fue otro elemento a considerar en el porqué de una elevación en la tasa mayor a la del mes de noviembre.
Sobre las previsiones del comportamiento de la inflación en este año, el doctor en economía y quien fungió como investigador especial para INEGI de 2010 a 2010, Jonathan Heath, destacó hoy en su columna de Reforma, que en el mejor de los casos podría situarse en un nivel legamente menor al 6%.
“Sabemos que en enero la inflación anual bajará sustancialmente mediante el efecto de la base de comparación, pues ya no estaremos incorporando el efecto del gasolinazo. Sin embargo, hace medio año se pensaba que ya para enero de 2018 la inflación podría estar mucho más cerca al 4 por ciento. Ahora vemos que en el mejor de los casos se ubicará por debajo del 6 por ciento, pero todavía muy por arriba de 5 por ciento y que la trayectoria a la baja será mucho más lenta de lo que se anticipaba. Peor aún, si Banxico se queda viendo lo que pasa sin responder o incluso, con aumentos efímeros como el del pasado diciembre, podríamos ver una corrección sustancial al alza en las expectativas de inflación para este año”, señaló en su columna el especialista y consultor económico.
Por lo que aún permanece lejano vislumbrar una reducción significativa en la tasa de inflación, es decir la variación de los precios en bienes y servicios por un periodo de tiempo prolongado, y que los consumidores vemos día a día y mes a mes en el alza de productos básicos como los alimentos.
Para más información consulta la Minuta del Banco de México publicada el 28 de diciembre de 2017.