Ya son dos años del triunfo incuestionado de Andrés Manuel López Obrador como presidente elegido por 30 millones de personas. Hoy, a las 17 horas, presentará un informe de sus avances en el gobierno en materia económica, de salud, del Covid y relaciones exteriores.
De estos últimos, uno parece que no existe en su mente y el otro de repente le entraron las ganas de salir, justo cuando deberían ser tiempos de guardar. Aún con un Semáforo de riesgo epidemiológico que cambia entre rojo y naranja a placer de las autoridades, López Obrador y parte de su gobierno preparan una visita a Donald Trump el 8 y 9 de julio.
El argumento, “agradecer el T-MEC” que entró en vigor el primer minuto de este 1 de julio. Pero sabemos bien que tiene tintes electoreros porque en noviembre Trump buscará reelegirse y de no ganar, México quedará en ridículo frente a Joe Biden, que se encamina a ser su rival (y el ganador) en los comicios.
Puedes leer: CDMX: la joya de la corona para el CJNG
Entonces, no es necesario que Andrés Manuel viaje ahora a Estados Unidos, puesto que el tratado comercial ya está en vigor, y porque es verdaderamente raro que quiera salir luego de año y medio en el cargo. Lo hemos visto viajar de norte a sur de la república, pero bien que ha cancelado sus visitas al extranjero por quién sabe cuáles razones.
No nos vayamos lejos, bien pudo ir a visitar comunidades de Oaxaca que quedaron muy afectadas derivado del terremoto de 7.4° del pasado 23 de junio, pero solo hizo que se preocupó el mero día. Eso sí, para el Tren Maya tuvo tiempo y disposición, pero para lo demás no tiene tiempo.
¿Somos o no somos? Aunque es evidente que al presidente López Obrador nunca le importó guardarse en casa, siendo una persona vulnerable a contagiarse de Covid, por su edad, porque tuvo un infarto hace un tiempo y porque en su (cada vez más reducido) círculo cercano se siguen enfermando de coronavirus, como el secretario de Hacienda Arturo Herrera o Rabindranath Salazar, subsecretario de Gobernación, quienes estuvieron con el mandatario el 22 de junio.
Eso sí, para poder viajar a Estados Unidos probablemente le pedirán hacerse la prueba de SARS-COV2 a Andrés Manuel, esa que tanto ha negado hacerse para no mostrarse débil, vulnerable, derrotado. A dos años de que ganara la elección, ni siquiera tenemos nada que celebrar.
Milagro en la Fiscalía
Otro que salió a la luz es el fiscal Alejandro Gertz Manero, quien durante algunas semanas estuvo lejano a los acontecimientos de violencia en México. Reapareció este martes para irse contra la Fiscalía de Guanajuato por creer que el operativo de “El Marro” fuera un “montaje ridículo”. Después, se curaría en salud con la extradición de Emilio Lozoya, quien les prometió dar información sobre el caso Odebrecht.
O asegurara que “se acabó la verdad histórica”, esa que acá entre nos, no va a dejar de ser la misma. Y que ya sabe dónde está Tomás Zerón, exdirector de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), que es buscado por la Interpol.
Lo bueno, solicitó 46 órdenes de aprehensión contra funcionarios de Guerrero por delitos de desaparición forzada y delincuencia organizada.
Lo malo, Gertz Manero desapareció por semanas y en el escritorio podemos dejarle una agenda para que nos diga cuándo hará justicia a miles de mexicanos, a que diga algo del operativo fallido del Culiacanazo y muchas, pero muchas cuentas más.
Te dejo de tarea qué es lo feo de todo lo que estamos pasando en apenas medio año.