Daniel CallejasBienestar es la gran palabra de la Cuarta Transformación que quiere cambiar al país, pero también falta de sentido común para proyectar un presupuesto. El proyecto presentado esta semana ante la Cámara de Diputados tiene dos grandes ganadores: El Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas, en Tabasco.
La construcción del Tren Maya va a tener un presupuesto de 62 mil 942 millones de pesos, 68 por ciento real, mayor del gasto de 2021, de 36 mil 288 millones. Es la carta fuerte, la apuesta de la administración lopezobradorista, su segundo piso del Periférico como cuando gobernaba el Distrito Federal. Recordar que aquella inversión ascendió a dos mil 157 millones 196 mil 714 pesos, sin contar el IVA y los costos adicionales por obra no prevista.
Este “elefante blanco” se suma a una asignación presupuestal de 45 mil millones de pesos para Petróleos Mexicanos para dar fuerza a su posición financiera y continuar con la construcción de la refinería Dos Bocas, con un monto similar al de 2021.
Afortunadamente en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que dirige Rogelio Ramírez de la O, cupo la prudencia por encima de la imposición presidencial y los ramos de Salud (+32.29%), Turismo (+70.07%), Bienestar (+54.84%), Seguridad y Protección Ciudadana (+47.19), y Comunicaciones (+17.23), van a ser los más favorecidos en 2022.
Esto quiere decir, por ejemplo, que la Secretaría de Salud tendrá 192 mil 368 millones de pesos, que bien vendrían para mitigar los daños por la crisis de COVID-19 con la compra de vacunas, insumos, y la contratación de personal médico para la atención de la pandemia.
O también, el gasto en Turismo sería de 65 mil 670 millones de pesos, bastante útiles para la promoción turística de México y la recuperación de los sectores. Qué decir de la inversión para seguridad, de 93 mil 379 millones de pesos para dejar de ser uno de los países con más homicidios, feminicidios, asaltos y secuestros del día a día. Son casi 30 mil millones más que el ejercicio que concluyó.
Así pues, también debemos señalar la falta de presupuesto en sectores de urgencia, como el que impulsa a los científicos mexicanos (el Conacyt), ya que la variación de un año a otro sólo es de 11.26 por ciento, casi cuatro millones de pesos más.
El cuchillo en la yugular se lee al momento de saber que el gobierno federal solicitó a la Cámara de Diputados contraer deuda por 915 mil millones de pesos para el próximo año, 850 mil millones de pesos interna y tres mil 800 millones de dólares externa, así como otros financiamientos. Y eso que el gobierno prometió “cero endeudamiento”.
Finalmente, Hacienda se ve optimista en cuanto a proyecciones para 2022, al considerar que se puede crecer 4.1 por ciento, cifra superior a la que estiman actualmente los analistas. El tiempo lo dirá y tendrá cambios, pero ya van ganando las obras faraónicas ante sectores a los que les deben más atención y presupuesto.
