México se encuentra lejos de ser uno de los países más pacíficos en el mundo, de forma específica, nuestro territorio ocupa el lugar 140 de 163 Estados evaluados en esta materia, según refiere el Índice Global de Paz 2016 elaborado por el Instituto de Economía y Paz (IEP); en el cual Islandia se situó en el número uno y Siria en el lugar 163.
Esta realidad de violencia se endureció durante 2016, de acuerdo al Índice de Paz México 2017 (IPM) desarrollado por el IPE, el indicador relacionado con la violencia o ausencia de paz aumentó en 4.3% en comparación con el 2015, de acuerdo a un informe anual que se publicó en este mes.
El aumento está relacionado con un incremento en la tasa de homicidios, la cual creció un 18.4% en relación al 2015. Ante estas circunstancias, el costo de la violencia, tanto para los ciudadanos como para el país, se eleva de forma significativa también, tal como lo hizo en 2016.
Implicación económica de la violencia para los ciudadanos
Durante 2016, al país la violencia le costó 3 mil 72 millones de pesos (3 billones), lo que representó un 23.6% más que el año anterior, cuando ésta se situó en 2 mil 994 millones de pesos. Cabe destacar que, esta suma equivale casi al 18% del Producto Interno Bruto.
Los rubros que más impacto económico generaron destacan los delitos con violencia y el homicidio. El primero prevé un costo de mil 448 millones de pesos, y el segundo 987 millones de pesos.
Tan sólo en el caso del homicidio, el costo de este delito incluye los costos en los que incurrió la familia de la persona fallecida, la carga sobre la justicia y los sistemas de aplicación de ley, así como la disminución de la productividad en la familia ante la pérdida de uno de sus miembros.
Los demás aspectos contenido en este cálculo general realizado por el IEP,y con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), contemplan los crímenes de la delincuencia organizada, encarcelamientos, delitos con arma de fuego, seguridad privada, gasto militar, gasto en seguridad interna y el gasto en el sistema judicial.
A su vez, este costo prevé que a cada ciudadano, la alteración en la paz, en promedio, le cuesta 25 mil 130 pesos, cifra rebasa lo que una gran cantidad de ciudadanos gana por su trabajo al año, es decir un salario mínimo.
Y esta cifra aumenta en cada estado del país, en relación al grado de violencia que tenga registrado. Tal es el caso de Colima, el estado con la mayor tasa de homicidios, y que ocupa el lugar 32 de todas las entidades del país, en donde el IEP estima que a cada colimense le cuesta 66 mil 500 pesos.
En tanto, Nayarit que el estado con la menor tasa de violencia el costo es menor, y el que se encuentra en el número uno del listado, a cada nayarita le implica un gasto de 10 mil 220 mil pesos, la sexta parte de lo que se prevé para cada colimense.
El IEP es enfático y analiza que mientras más alto es el costo de la violencia provoca que los estados carezcan de recursos para otros rubros importantes, como educación o salud.
Gasto gubernamental para la contención de violencia
Cabe destacar que el gasto gubernamental para la contención de la violencia en este 2016 fue de 221 mil millones de pesos, ligeramente inferior al 2015 cuando se ubicó en 222 mil millones de pesos.
Este gasto incluye rubros como Seguridad interna, Justicia y Gasto militar.
Desde el 2013 éste ha ido en aumento, en dicho año el gasto total fue de 194 mil millones de pesos; y en 2014 pasó a 209 mil millones de pesos.
Y en una comparativa con lo que gastaba en 2003, éste subió un 120%; es decir pasó de 99 mil millones de pesos a la cifra más reciente del 2016, 221 mil millones de pesos.
En el informe más reciente el IEP destaca la importancia de analizar dicho gasto, ya que éste surge de los impuestos que pagamos todos los ciudadanos y la reorientación a esta área implica menos recursos para otros rubros importantes, e incluso los recursos son menores para la generación de medidas de paz a largo plazo, como puede ser la concientización de esta problemática social.