Cuba: La dictadura castrista se va, ¿ahora qué?

El pasado 14 de junio, el gobierno de Cuba anunció elecciones municipales programadas para octubre, primer paso en el proceso electoral que concluirá en febrero con la designación del sucesor de Raúl Castro en la presidencia.

El Consejo de Estado de Cuba publicó una nota en el periódico Granma, en la que acordó convocar a los electores de la isla a elecciones generales para elegir, respectivamente, a los delegados a las asambleas municipales, y a los delegados a las asambleas provinciales y diputados a la Asamblea Nacional, del Poder Popular.

El texto dice que las elecciones para elegir por el término de dos años y medio a los delegados a las asambleas municipales del Poder Popular se efectuarán el 22 de octubre de 2017 en primera vuelta, y el 29 de octubre, en segunda vuelta. Y, por otro lado, explican que la fecha en que tendrán lugar las elecciones para elegir, por el término de cinco años, a los delegados a las asambleas provinciales y a los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, será dispuesta en el momento que corresponda.

La convocatoria de elecciones coincide con un período de incertidumbre para Cuba. Primero, porque el grupo que ha gobernado el país desde la revolución de 1959 está muriendo y el principal aliado político y comercial de Cuba, Venezuela, está en crisis. Y, como en la última década los subsidios petroleros venezolanos han sido cruciales para la economía cubana, la situación del país importa e influye bastante.

Segundo, porque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, espera anunciar su política en Cuba este viernes, y muchos afirman que podría revertir algunas de las propuestas del ex presidente Barack Obama a la isla, que incluyeron el restablecimiento de las relaciones y la reapertura de embajadas. Prácticamente se espera un retroceso en lo que se había logrado, donde probablemente se llegará a un endurecimiento de las normas sobre viajes y comercio.

Obama y Castro, la reconciliación tras la Guerra Fría. Foto Reproducción.

La situación en Cuba cambiaría por completo y esto significaría que los Estados que mantienen relaciones con ese país tendrían que “adaptarse” a esos ajustes. Por ejemplo, Rusia y China, en su compartido afán de posicionarse en América Latina, ven en Cuba una base prometedora, y, por lo tanto, se encuentran al pendiente de los cambios que ocurran en la isla.

A pesar que muchas personas afirman que ya nadie está interesado en el país cubano, que se encuentran aferrados al pasado, y que se niegan a renunciar o ver nuevos “horizontes”; la verdad es que diversas naciones continúan prestando atención a lo que sucede en el régimen castrista.

El gobierno dice que el sistema electoral cubano es uno de los más democráticos del mundo porque los delegados de la asamblea municipal son nominados por vecinos y no tienen que pertenecer al Partido Comunista. Sin embargo, el camino a la Asamblea Nacional, y en última instancia a la presidencia, está controlado por el partido.

Lo cierto es que Raúl Castro prometió que dimitirá como presidente en febrero, y aunque se espera que siga siendo jefe del Partido Comunista (PC), esta será la primera vez, desde la Revolución de 1959, que un Castro no llevará las riendas del gobierno.

Ernesto y Fidel, los recuerdos de la Revolución Cubana. Foto Reproducción.

¿Quién podría ser ese sucesor?, Nadie lo sabe, podría ser Miguel Díaz-Canel, el primer vicepresidente de Castro, que actualmente tiene 57 años, y a quien también se le atribuye, en gran medida, impulsar el aumento del acceso a Internet en la isla. Además, sería un rostro más joven para el pueblo cubano.

También dependería de quien sea el nuevo Secretario Adjunto del PC, ya que sabemos que José R. Machado Ventura, a punto de cumplir 86 años, no será ratificado. Algunas personas dicen que un candidato fuerte es el general Álvaro López Miera, quien, a los 72 años, es el más “joven” y el más capaz de los generales «históricos».

Por supuesto, también está el coronel Alejandro Castro Espín, quien además es el único hijo varón de Castro. Evidentemente, hay algunas cosas que tendrían que suceder para que de alguna manera resultara más “fácil” su ascenso, entre ellas, el hecho de que lograra promoverse a general.

El 2018 marcará el inicio de profundos cambios que probablemente conducirán a la democratización del sistema político del país, pero, por otro lado, podría ser que, si Castro permanece como líder del PC, en 2018, el nuevo presidente de Cuba será su “títere”.

En resumen, después de las elecciones municipales, los cubanos seleccionarán (en fecha aún por decidir) a los miembros de la Asamblea Nacional del Poder Popular, un cuerpo legislativo de 614 escaños que elige al presidente y su vicepresidente.

Cuba es un estado unipartidista bajo el control del Partido Comunista, que se espera que Castro siga liderando incluso después de dejar el cargo de presidente. Cualquier ciudadano de 18 años o más puede postularse para un puesto electoral, pero corresponde al Comité Electoral Nacional controlado por el partido compilar una lista final de candidatos.

La comunidad internacional debe estar al pendiente de lo que suceda en la isla.

¿Habrá Cuba libre para la isla? Foto Reproducción.

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