Heiji Morimoto“¡México me descubrió a mí!”, es la manera en que Bernard Plossu cuenta a través de sus fotografías los diferentes viajes que realizó a tierras mexicanas, visitas que le hicieron descubrir su pasión por el retrato.
Nacido en Dalat, Vietnam, en 1945, y llevado a vivir a Francia a los nueve meses de nacido, fue en México donde Plossu descubrió su talento y su pasión por la fotografía.
En tierras mexicanas, Bernard tomó sus mejores imágenes a través de los suburbios, barrios, paisajes y rostros mexicanos.
El francés tiene un acervo de aproximadamente 130 fotografías de los distintos viajes que realizó por la República Mexicana de 1960 a 1980. Imágenes que muestran de forma natural, las maneras en cómo se vivía y cómo convivían diariamente ciudadanos de dichas épocas.
La primera vez que llegó a México fue en 1965, época que lo definió como un “fotógrafo al aire libre”, ya que él había crecido bajo un cine al que el lente solo filmaba en lugares cerrados y ahora le tocaba ampliar aún más el panorama de cada toma.
Bernard es un fotógrafo que rompe con toda la solemnidad técnica. Durante la década de los sesenta, en su estadía en la Zona Rosa, tomó varias imágenes a las que convertiría en un “diario íntimo a través de fotografías” donde se encargó de plasmar las fiestas y la rebeldía juvenil.
La segunda etapa fotográfica del francés en México, se dio en su visita en los setenta, tiempo en el que desde otro ángulo se dedicó a tomar los escenarios dramáticos del país, pero que al mismo tiempo cuando retrataba la marginación, hacía que las sonrisas de niños plasmadas en sus fotografías se hicieran más amables.
Bernard decidió que durante toda su carrera, nunca nombraría sus fotografías ya que al no existir preparación previa en cada toma, se le da al espectador la oportunidad de añadir su propia perspectiva de la imagen.
La tercera etapa de la exposición fotográfica, se centra en la frontera entre México y Estados Unidos en el año de 1974, donde plasma todo el recorrido hecho entre Tijuana y Carmel, ciudades que contrastan y muestran las diferencias que existen entre una nación dominante y otra en progreso.
La cuarta etapa documenta un acervo de Color Fresson. A pesar de que Bernard Plossu es conocido por sus fotografías en blanco y negro, en este periodo ofrece una serie de imágenes coloridas donde el artista francés busca darle más atmosfera a sus imágenes, puesto que considera que un color puede detallar y decir aún más.
