Policía Federal: los estragos de combatir al Narcotráfico

28 agosto, 2017

Aquel fue un día muy especial para Iván Morales Corrales, su novia le dio la noticia: iba a ser papá. Sin embargo, la celebración en honor a esta nueva buena tuvo que ser pospuesta.

Pese a ser día festivo, ese primero de mayo de 2015, el agente de la División de Inteligencia de la Policía Federal estaba asignado a una misión en el municipio jalisciense de Guadalajara.

El llamado Operativo Jalisco inició ese mismo día, con la participación de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Marina, la Procuraduría General de la República (PGR), el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y la Policía Federal.

El objetivo era disminuir la violencia en la zona y capturar al delincuente más buscado del país: Nemesio Oseguera Cervantes, conocido como “El Mecho”, líder del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), la organización delictiva con mayor ascenso en los últimos años.

Nemesio Oseguera Cervantes, «El Mencho», líder del CJNG. Foto: Reproducción

Ese viernes, Iván viajaba en un helicóptero junto con una compañera de su corporación, 11 militares y cinco miembros de la tripulación.

Los elementos de las fuerzas federales instrumentaron un recorrido de reconocimiento con cuatro helicópteros: dos de la Fuerza Aérea Mexicana y dos de la Policía Federal; en los municipios de Casimiro Castillo a Villa de Purificación, a 300 kilómetros de la capital jalisciense, zona donde habían detectado actividad del grupo delincuencial.

En su camino, el helicóptero donde venía el oficial Morales Corrales detectó un convoy de vehículos atípico, por lo que se acercaron.

Aún no se aproximaban demasiado cuando del convoy salió disparado un cohete impulsado por granadas provenientes de un lanzador de origen soviético RPG (Rocket-propelled grenade, por sus siglas en inglés).

El misil pegó en la cola del helicóptero, ocasionando un aterrizaje de emergencia, lo que, a su caída, provocó que se incendiara.

Los agresores se dirigieron al punto de la caída con la intención de asesinar a los agentes que hubiesen sobrevivido al impacto, pero los demás helicópteros oficiales participantes en el operativo repelieron desde el aire la agresión y rescataron a sus compañeros.

En el hecho ocho militares y su compañera murieron. Iván fue uno de los sobrevivientes del ataque nunca antes visto en México.

El helicóptero caído, la barbarie. FOTO: CUARTOSCURO

El derribamiento del helicóptero fue sólo la primera acción de la series de respuestas del, que después se sabría, CJNG al operativo de las fuerzas federales.

Tras el ataque, el grupo criminal encabezó, a partir de las 9:00 horas del mismo día, cuatro enfrentamientos y realizó 39 bloqueos en 25 municipios —siete de la Zona Metropolitana de Guadalajara—, según información del gobierno de Jalisco.

Fueron un total de 26 rutas del transporte público y 12 puntos carreteros afectados, así como 11 sucursales bancarias, cinco gasolineras y 36 vehículos incendiados.

También hubo acciones similares en Guanajuato, Colima y Michoacán, donde el cártel tiene presencia, de acuerdo con el gobierno federal.

El helicóptero caído no fue suficiente, tomaron Jalisco en unas horas. Foto: Reproducción

Iván Morales fue trasladado al Hospital Central Militar en la Ciudad de México, donde llegó en condiciones críticas.

El agente de la División de Inteligencia de la Policía Federal fue sometido a varias intervenciones quirúrgicas.

Durante su estancia en la clínica, el personal lo comenzó a llamar «El héroe».

Cuando pudo hablar lo único que expresaba era los deseos de conocer a su hijo. «Voy a ser papá», solía decir a enfermeras, médicos y funcionarios que lo visitaban.

E incluso, en el hospital militar contrajo nupcias con la madre de su hijo.

Cinco meses después, y contra los pronósticos, se estabilizó poco a poco dejando el hospital, el cual abandonó vestido con su uniforme de gala hecho con tela especial.

El 23 de diciembre del 2015, siete meses después del ataque, Iván Morales fue ovacionado en el Auditorio Nacional, donde fue reconocido por su labor.

El reconocimiento. Foto: Cuartoscuro

Morales Corrales portó con orgullo su traje de la Policía Federal y detrás de las quemaduras, ocasionadas por el combate contra el narcotráfico, mostraba una sonrisa.  

Ahí, el presidente Enrique Peña Nieto le entregó el reconocimiento al Mérito Policial de Primera Clase.

548 de policías federales asesinados en casi 11 años

Iván Morales Corrales tuvo suerte, ya que 548 de sus compañeros dentro de la Policía Federal han fallecido en servicio desde el primero de diciembre de 2006, día en el que comenzó la administración de Felipe Calderón y a su vez el sexenio de la llamada Guerra contra el Narcotráfico, al 3 de agosto del 2017.

Esto de acuerdo con una solicitud de información requerida por FrojiMX a la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).

La Policía Federal ha sido parte fundamental de esta batalla, donde marinos y soldados también participan.

548 policías federales asesinados en menos de 11 años- Foto: Reproducción

La entidad más peligrosa para la Policía Federal es Michoacán, donde han abatido a 102 oficiales, seguido de Chihuahua con 54 uniformados fallecidos, sorpresivamente la Ciudad de México es la tercer entidad con más elementos federales muertos con 48, después el Estado de México con 46 y Guerrero con 33.

Los estados donde menos policías federales fueron asesinados son: Yucatán con ningún oficial caído, Campeche, Quintana Roo y Tlaxcala con un abatido cada uno, así como Baja California Sur con dos bajas.

2010, 2009 y 2008 han sido los años donde más policías federales fallecieron en activo con 110, 76 y 65 elementos respectivamente. Todos durante el sexenio de Felipe Calderón.

En la actual administración de Peña Nieto, el año con más policías federales asesinados fue en 2013, cuando 54 oficiales fallecieron.

En los primeros siete meses de este año, 15 policías federales han muerto, dicha cifra casi alcanza a los 19 casos reportados en todo el 2016, uno de los años con menos federales abatidos, sólo por detrás de 2007 cuando se registraron 11 bajas.   

Los 548 elementos abatidos de la Policía Federal supera por 26 caídos al número de militares muertos en el mismo lapso, el cual es de 522, de acuerdo con el documento “Relación de Personal Fallecido en la Aplicación de la Campaña Permanente contra el Narcotráfico y la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos”.

Es decir, mil 70 efectivos de la Sedena y de la Policía Federal han muerto en servicio durante la Guerra contra el narcotráfico.

La Policía Federal es la fuerza federal, la cual abarca también soldados y marinos, con más bajas en este combate contra las drogas.

Casos como el de Iván son excepcionales, no todos pueden decir que combatieron al narcotráfico, fueron víctimas de su atroz violencia y puedan vivir para contarlo. 

Militares: los otros muertos de la guerra contra el narco

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