El gobierno de México demandó a 10 fabricantes de armas de Estados Unidos por facilitar el tráfico de armamento a los cárteles; al menos dos de ellas ha recibido abultados contratos de la Sedena
Las fabricantes de armas estadounidenses Barrett Firearms Manufacturing y Colt’s Manufacturing Company han recibido al menos cuatro contratos -todos ellos por adjudicación directa- de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Estas dos empresas forman parte de la decena de fabricantes de armas que el gobierno de México – a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE)- demandó por “facilitar activamente el tráfico ilícito de sus armas a los cárteles de la droga” en nuestro país.
Demanda presentada hoy contra fabricantes de armas : pic.twitter.com/lZAu2BzEas
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) August 4, 2021
Los cuatro contratos -obtenidos por FrojiMX vía transparencia- fueron por 232 mil 683.28 dólares, es decir, por alrededor de 4.6 millones de pesos.
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La empresa Barrett Firearms Manufacturing firmó con la Sedena tres de los cuatro contratos, el primero el 23 de octubre del 2019. En aquella ocasión, la dependencia desembolsó 141 mil 732.28 dólares -es decir, alrededor 2.8 millones de pesos- por “refacciones para armamento Barrett calibre 50”.
El segundo contrato con esta fabricante de armas fue siete meses después, el 8 de mayo del 2020, la dependencia encabezada por Luis Cresencio Sandoval pagó 15 mil 121 dólares -alrededor de 300 mil pesos- también por “refacciones para fusil Barrett”.
El último contrato de Barrett Firearms Manufacturing con la Sedena fue el 22 de diciembre del 2020, siete meses después del anterior, la dependencia desembolsó 70 mil 419.54 dólares -aproximadamente 1.4 millones de pesos- en “materiales de seguridad pública”.
Colt’s Manufacturing Company se hizo del cuarto contrato el 22 de marzo del 2019,cuando la Sedena pagó 5 mil 410.46 dólares -más de 100 mil pesos- en “refacciones para reparación y mantenimiento a la carabina Colt M4 calibre 5.56 x 45 mm”.
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Estas dos empresas fabricantes de armas también recibieron jugosos contratos de la Sedena en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
La dependencia encabezada entonces por Salvador Cienfuegos pagó 523 mil 81.40 dólares -alrededor de 10.4 millones de pesos- a Barrett Firearms Manufacturing por “materiales de seguridad pública” -que son piezas similares a las refacciones-.
La Sedena desembolsó 471 mil 21.04 dólares -aproximadamente 9.4 millones de pesos- también a Barrett Firearms Manufacturing por más “materiales de seguridad pública”.
Colt’s Manufacturing Company recibió dos contratos de la Sedena en el sexenio de Peña Nieto, dos también por “materiales de seguridad pública” y uno por “ensamble de guardamano”.
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Los primeros dos, por “materiales de seguridad pública”, por 3 mil 618.41 dólares -alrededor de 72 mil pesos- y por mil 462.08 dólares -casi 30 mil pesos-; y el tercero, por “ensamble de guardamano”, por 3 mil 954.40 dólares -aproximadamente 80 mil pesos-.
¿DE QUÉ SE LES ACUSA?
La demanda del gobierno de México señala que las “acciones negligentes” de las fabricantes de armas “fomentan el acceso” del armamento de alto poder “utilizadas en ataques masivos y en incidentes de violencia en México”.
Sobre Barrett Firearms Manufacturing, la acusación señala que “fabrica un rifle de francotirador calibre 50 que puede derribar helicópteros y penetrar en vehículos ligeramente blindados y cristales a prueba de balas”, arma que “se ha convertido en uno de las preferidas de los cárteles”.
El gobierno de López Obrador asegura que “Barrett comercializa su rifle de francotirador como arma de guerra, pero lo vende al público en general sin restricción”, además la empresa “sabe que sus distribuidores venden estas armas a traficantes […] para armar a los cárteles que los utilizan para luchar contra el ejército y la policía” en México.
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En cuanto a Colt’s Manufacturing Company, el gobierno de México señala que la empresa “sabía que sus productos serían traficados a México para que los usaran cárteles de la droga”. También señala que Colt fabrica armas de asalto, rifles semiautomáticos y ametralladoras.
La acusación realizada por la Cancillería señala que de las más de 2 mil armas de asalto recuperadas en México entre 2006 y 2018, la gran mayoría eran de Colt’s Manufacturing Company.
Además, refiere que Barrett y Colt encabezaron la lista las armas preferidas de los cárteles de la droga en México, según una presentación de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (AFT, por sus siglas en inglés) de 2008.
El gobierno de México exige a la justicia estadounidense que las empresas realicen una reparación del daño, mejoren la seguridad de su sistema de distribución, así como financiar estudios, programas, campañas publicitarias y otros eventos para prevenir el tráfico ilegal de armas.