Las restricciones comerciales anunciadas por parte del gobierno estadounidense a China parecen ser un intento infructuoso por detener al país asiático en su búsqueda por erigirse como un líder a nivel mundial. Esta determinación china contrasta con los tanteos estadounidenses, por lo que los movimientos y riesgos que cada Estado esté decidido a correr serán determinantes para las acciones futuras.
Durante su campaña como candidato a la presidencia de los Estados Unidos, Donald John Trump, comentó en más de una ocasión que los problemas económicos que se presentaban al interior de su país, eran consecuencia directa de las malas políticas económicas del presidente saliente (Barack Obama) y de los tratados comerciales internacionales, a los que calificó de injustos y muy malos para la economía, los empleos y los ciudadanos estadounidenses.[1] Ya como presidente, una de las primeras acciones que solicitó fue la revisión (y renegociación) del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, cosa que se repetiría con los demás acuerdos comerciales en los cuales su gobierno estuviese vinculado.
Pero el reciente aumento arancelario a los productos de origen chino (particularmente el acero y aluminio) es probablemente una de las acciones que mayor interés y especulación ha generado dentro del ámbito de la economía internacional, pues las posibles represalias que pudiese tomar el país asiático son consideradas el preludio de una escalada de tensiones que terminaría inevitablemente generando inestabilidad y un enfrentamiento económico – comercial no solo en los dos países involucrados, si no que arrastrarían consigo a todo el globo. Y aunque lo anterior es una posibilidad, las fricciones entre los Estados Unidos de América y la República Popular China es un asunto que involucra más que el aspecto comercial.
La carrera tecnológica
El anuncio de aumento a los aranceles viene como consecuencia de que sobre la República Popular China pesan señalamientos que la acusan de la sustracción y usurpación de propiedad intelectual estadounidense.[2] De acuerdo con lo anterior, China ha utilizado esa misma tecnología para dar impulso a su propio desarrollo tecnológico, particularmente la telefonía celular (dispositivos y redes,) como los sistemas de procesamiento y función de los aparatos (chips y procesadores). Y aunque lo anterior hoy en día se encuentra bajo investigación en los Estados Unidos, la realidad es que el crecimiento tecnológico de China continúa en avance.
China ha encontrado mediante el uso de internet, un nuevo medio por el cual dar impulso (y diversidad) a su economía. Las compañías chinas Alibaba Group (portal de compras por internet,) Baidu (motor de búsqueda,) y Tencent Holdings Limited (empresa de telefonía móvil,) figuran como las principales empresas innovadoras en aspectos tecnológicos y con las cuales se pueden realizar pagos a través de internet. La importancia de estas compañías en la economía china es tan significativa que han alcanzado valores muy próximos a los que tienen Facebook y Google, los rivales estadounidenses (vetados por cierto de la red china).
Sin embargo, la carrera tecnológica no se restringe al internet y los servicios que allí se pueden ofrecer. China está comenzando a desarrollar su propio sistema de localización y posicionamiento global (GPS.) Para su puesta en marcha, será entonces necesario contar con una constelación de satélites que permitan conocer la ubicación desde el espacio, para posteriormente ser retransmitidas a la tierra y para lograrlo será necesario trabajar en una industria aeroespacial lo suficientemente sofisticada y capaz.
Es igualmente importante considerar el reciente éxito que tuvieron los científicos chinos al lograr clonar un par de monos.[3] El trabajo del Instituto de Neurociencias de Shanghái, es posiblemente el hecho más trascendental y con el cual China se posiciona como un actor tecnológico de importancia mundial y que le vale entrar de lleno en la carrera tecnológica junto con los Estados Unidos. Atrás están quedando las imitaciones chinas de mala calidad.
La carrera política
Aunque las relaciones entre Estados Unidos y China se han caracterizado por ser menos tensas en comparación con algunas otras, la comunicación entre el gobierno de Washington y el de Pekín podría tornarse cada vez más ríspida si consideramos los hechos recientes. Como muestra de lo anterior, basta recordar la reunión que sostuvieron el presidente chino Xi Jinping y el líder norcoreano Kim Jong-un.[4] La reunión, enmarcada en el contexto del aumento de aranceles, y a las amenazas de una acción militar en contra de la República Popular Democrática de Corea (resultado de su programa nuclear) no es un asunto menor para los Estados Unidos y sus implicaciones no son pocas.
La primera lectura que podríamos dar de la reunión está relacionada con la capacidad de liderazgo que tiene China para resolver los problemas de su área geográfica más cercana. Los ensayos de lanzamiento de misiles con potencial nuclear hechos en La República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) alertaron no solamente a los Estados Unidos, si no también al gobierno de Pekín, pues el naciente potencial nuclear de Pyongyang sumado a un errático comportamiento no garantizaba que ese nuevo arsenal fuese utilizado solamente como una respuesta (amenaza) para los Estados Unidos. El blanco de esos cohetes pudiese ser cualquier otro país que hubiese irritado lo suficiente al gobierno norcoreano. Adicional a lo anterior, es muy probable que se haya considerado el papel que la República de Corea (Corea del Sur) pudiese tener dentro de un hipotético escenario bélico.
Posterior a la guerra que separó a la península de Corea en dos (1950-1953,) tropas estadounidenses quedaron estacionadas permanentemente en Corea del Sur y se sumaban a los efectivos desplegados en el Estado de Japón, hecho que sin duda facilitaría a las tropas estadounidenses actuar sobre la zona y específicamente dentro del territorio de Corea del Norte, y por tanto acercase a China.
La reciente reunión entre Xi Jinping y Kim Jong-un, no solamente busca evitar un enfrentamiento entre Pyongyang y Washington (y el consecuente cerco a China) si no consolidar un contrapeso considerable en términos políticos, económicos y militares (considerando también el tecnológico) ante la presencia estadounidense en la zona y las reciente restricciones económicas. Otorga a China un lugar dentro del grupo de países líderes a nivel internacional y muestra a Corea del Norte en la antesala del mismo grupo. Las mediaciones que el gobierno chino realiza para la futura reunión entre el líder norcoreano y el presidente surcoreano Moon Jae-in, es una muestra más de la capacidad de liderazgo que puede poseer el gobierno chino.[5]
China, Corea del Norte y Corea del Sur han sido objetivo de restricciones, sanciones y amenazas por parte del actual gobierno estadounidense, lo que otorga a la conversación tripartita un valor agregado y de cohesión.
Ahora bien, es necesario considerar de igual forma las opciones con las que cuenta los Estados Unidos ante el acercamiento de los tres países asiáticos. Como se comentó anteriormente, la presencia estadounidense en Corea del Sur es complementada por un apoyo económico y militar que busca contrarrestar las acciones norcoreanas. No obstante, la actual presidencia de Donald J. Trump considera que el gobierno surcoreano se ha aprovechado del presupuesto estadounidense por lo que no seria una sorpresa que dicho apoyo vea su fin o tenga otro destino, a pesar de la reciente entrega de jets de combate F35 a la fuerza aérea surcoreana.[6]
Otra acción que pudiese ser ejecutada por el gobierno estadounidense es el cambio en cuanto a la política de Una Sola China[7] y que tendría como consecuencia la inestabilidad política y diplomática de la zona de manera importante. Lo anterior fue tema de consideración durante la campaña del actual presidente estadounidense, y fue tomada en cuenta por Pekín como un cambio grave que afectaría considerablemente las relaciones bilaterales de los países.[8] Es importante considerar este posible cambio de conducta dentro de la política exterior estadounidense, pues su objetivo tendría como claro propósito desestabilizar la zona, buscando enfrentar a los países entre sí y dentro de la zona geográfica de China.
Cambios a futuro
Aunque la respuesta china ante las restricciones comerciales estadounidenses aún no se refleja de manera definitiva, si ofrecen una visión de lo que podría ser un nuevo panorama en el cual Pekín podría tener mayor peso y ser la órbita de atracción de diversos asuntos de índole mundial. La diversificación de su economía mediante el desarrollo de tecnología es probablemente la mejor acción que China ha desarrollado en los últimos años. Sus recientes logros y alcances están a la vista, siendo particularmente el ámbito tecnológico – económico y el tecnológico – científico sus principales pilares y referentes en la búsqueda de liderazgo internacional. Aquí, la rivalidad con los Estados Unidos (y otros países) serán una constante y casi seguramente motivo de confrontación.
La aparición de nueva y mejor tecnología será la consecuencia casi implícita de este nuevo campo de enfrentamiento. Las implicaciones civiles, económicas, políticas y militares que de ella se deriven le otorgan ya una valía anticipada, por lo que no es sorpresa que cada Estado (China y Estados Unidos) busquen limitarse y controlarse entre sí, además de ver en ellas la garantía por la cual será posible su existencia como país y Estado, ahí su importancia.
Si el aspecto tecnológico es cambiante, el político lo es todavía más. La visita del líder norcoreano a china abre la posibilidad de un diálogo franco y abierto entre estos dos Estados y con el vecino surcoreano. Es probable que en el corto plazo no haya cambios significativos en este proceso de acercamiento, pero el comienzo de éste es muy destacable y sin duda el grado en el que la participación china sea decisiva, le valdrá para ser considerado un líder en la región asiática y a nivel mundial. Si bien, este proceso llevará su tiempo, se constituye ya como el principio de un contrapeso considerable para los Estados Unidos, quien deberá de sopesar sus acciones, cosa que en la época actual es difícil. Los cambios comienzan a hacerse y las acciones comienzan a ejecutarse, el asunto seguirá en constante cambio y dará mucho más para comentar.
[1] Fensom, Anthony. The Diplomat. How Asia Could Circumvent US-China Trade War. Recurso disponible en línea en: https://thediplomat.com/2018/03/how-asia-could-circumvent-us-china-trade-war/ (Consulta: 31/03/2018)
[2] The Economist. America v China. The battle for digital supremacy. Recurso disponible en línea en: https://www.economist.com/news/leaders/21738883-americas-technological-hegemony-under-threat-china-battle-digital-supremacy (Consulta: 31/03/2018)
[3] BBC. La polémica clonación de monos en China con la técnica de la oveja Dolly y qué dice sobre la posibilidad de clonar humanos. Recurso disponible en línea en: http://www.bbc.com/mundo/noticias-42820974 (Consulta: 31/03/2018)
[4] Hernández, Javier C. The New York Times. When Xi Met Kim: How China and North Korea Depicted It. Recurso disponible en línea en: https://www.nytimes.com/2018/03/28/world/asia/xi-jinping-kim-jong-un-meeting-.html (Consulta: 31/03/2018)
[5]Ibidem.
[6] Gady, Franz-Stefan. The Diplomat. US, South Korea Roll Out 1st ROKAF F-35A Stealth Fighter. Recurso disponible en línea en: https://thediplomat.com/2018/03/us-south-korea-roll-out-1st-rokaf-f-35a-stealth-fighter/ (Consulta: 31/03/2018)
[7] Después de la guerra civil china de 1949, Chiang Kai-shek, líder nacionalista, buscó refugio en la isla de Taiwán y proclamó a su gobierno como legítimo y único, desconociendo a la facción comunista china encabezada por Mao Zedong, que esgrimió los mismos argumentos. Estados Unidos reconoció el gobierno comunista en 1979 como el único gobierno chino y hasta el día de hoy solo mantiene relaciones comerciales con Taiwan.
[8] Vidal Liy, Macarena. El País. ¿Qué es Una Sola China? La política sobre Taiwán enfrenta a Pekín y a Donald Trump. Recurso disponible en línea: https://elpais.com/internacional/2016/12/12/actualidad/1481565328_189743.html (Consulta: 31/03/2018)