Cuidar el ambiente de la CdMx quedó en el olvido para el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera y no lo digo yo, sino activistas de Greenpeace. Con motivo de la Sexta Cumbre de Alcaldes C40 que se lleva a cabo en la capital del país, quedó claro que los objetivos no se han cumplido.
Parece que el doctor Mancera cambió el clima por la política y entrega de promesas para salir limpio de su administración. No se irá sin recordarle que la entrega de la Línea 7 del Metrobús nada más no llega. Nos dicen que está lista, pero quieren una fecha “especial” para recordar la idea maestra de Miguel Ángel, quizá sea en la primera semana de marzo.
Dicha obra eliminó árboles de Paseo de la Reforma, desde las inmediaciones de la Basílica hasta aproximadamente la colonia Guerrero. La prioridad de Mancera fue que los 90 autobuses de doble piso no se rayaran con la existencia de estos seres vivos, cuya tala no importó. Los vecinos de la zona corroboraron dicha situación, no obstante, nadie les hizo caso.
Firma aquí➡️ https://t.co/zETnUkk8Dc para sumarte.
Estamos denunciando la poca importancia que da @ManceraMiguelMX a sus obligaciones para garantizar a los ciudadanos aire limpio y hacer frente al cambio climático. pic.twitter.com/0wupDybRrr— Greenpeace México (@greenpeacemx) February 26, 2018
Eso sí, dice que reemplazará unidades del sistema M1, sin embargo, hemos visto que el Metrobús nubla de humo negro las avenidas. Esas mismas vialidades donde el ciclista es vulnerable por la falta de espacios para circular libremente.
Los activistas de Greenpeace coinciden con estas letras; argumentan que el jefe de Gobierno ha olvidado la implementación de proyectos. Un transporte sustentable y no motorizado es el sueño de los capitalinos, pero el aire de la Ciudad de México nos está matando.
Basta con recordar la suspensión de la verificación vehicular seis meses por “actualización de verificentros” que dejó gente sin empleo. Esto significa un empuje político para la candidata de Morena Claudia Sheinbaum, quien fuera titular de la SMA capitalina hace unos años.
Misma que permitió la construcción del Segundo Piso, encaminada por ya saben quién, y que desde entonces ha comprometido mayor contaminación. Por cierto, solo 20 por ciento de los capitalinos se benefician con esta vialidad, mientras miles lo ven desde su camión o taxi.
De esta manera, el tráfico en la capital aumenta y el compromiso se diluye; el aire de la Ciudad de México nos está matando. Así queda en el olvido la implementación del carril compartido con el Trolebús en Eje Central, o ciclovías en las líneas 5 y 7 del Metrobús. También el mejoramiento en cruces peligrosos como Avenida Insurgentes y Río Mixcoac, entre más y más promesas nubladas.
De tal manera que para Mancera es más importante irse con cubrebocas que sin orgullo político, no lo digo yo nada más, lo afirma Greenpeace. Si hubiera ido por la presidencial, México estaría bajo una nube más negra que la actual. De todas formas, le dieron su reconocimiento por fomentar una “ciudad sustentable”, vaya ironía.