Lo que empieza en la cabeza de Andrés Manuel solo es responsabilidad de López Obrador. Bajo esa tónica, el presidente electo dijo que, si México no crece, no es su culpa; pero eso sí, los factores externos, incluido el Banxico, pueden tirar su gobierno.
AMLO cree que la política con la que se basa el Ejecutivo es responsabilidad sólo suya y, si bien tiene razón en los factores externos, el crecimiento se proyecta o contrae mediante el empleo, la innovación y los ingresos externos de capital.
Para muestra de esto último, el avance histórico de las remesas. Tan solo de enero a julio de este año sumaron 19 mil 111 millones de dólares. Pero no solo eso, pues también tiene que ver la llegada de turistas extranjeros a México y la Inversión Extranjera Directa (IED) alcanzada este sexenio.
Lo anterior debe tener continuidad en la próxima administración, ya que un país estable en su macroeconomía genera confianza a los empresarios para invertir en él. A su vez, una empresa establecida genera empleos y, con ello, también siembra tranquilidad en las familias.
Entonces, el compromiso del futuro mandatario, que es velar por los mexicanos, se empieza a truncar con sus declaraciones de que “el país está en bancarrota”, porque genera un escenario de desconfianza para las inversiones que tanto necesitamos.
Para muestra, el avance del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), la cuestionable obra del Tren Maya y el Tren Interurbano México-Toluca, que correrá con trenes fabricados por la empresa española CAF.
Entonces, hablar sin fundamento sí puede provocar que México no crezca, porque el país no tiene una complicación financiera tan grave. Ya lo dijo la Iniciativa Privada al prever que el Producto Interno Bruto (PIB) nacional crezca a un ritmo de 4 por ciento para los próximos años. Por supuesto, yo coincido con sus recomendaciones de trabajar por una mejor política pública y con desarrollo e innovación en la calidad de empleos de los mexicanos.
Tanto Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), como Francisco Cervantes Díaz, Presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), expusieron en el Foro Forbes 2018 “Camino a la Transición” la necesidad de evolucionar a una nación 4.0 basada en la transformación industrial que refuerce la -de por sí- mal pagada mano de obra mexicana.
De tal manera que la luna de miel entre el sector empresarial y Andrés Manuel deberá dar a luz a más tardar en diciembre, un plan de trabajo más allá de los incentivos anunciados en julio para tener becarios y no sicarios.
Así que a López Obrador le conviene no cambiar sus discursos con ligereza, sino enfocarse a trabajar en lo que le prometió al pueblo en la campaña, ya que no cumplirá con lo que la nación le demande, o al menos eso dio a entender.
Disculpas no solicitadas
Lamento haberme ausentado por casi tres semanas, pero fue porque está por comenzar un esperanzador proyecto de investigación en sintonía con el viejo periodismo.
Les anticipo que bajo el mando de un periodista reconocido que abandonó un diario recientemente, un equipo de reporteros, editores, diseñadores e ilustradores perfeccionamos las piezas que, esperamos, saldrán a la luz el próximo 1 de octubre.
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