Con miras a terminar con la autonomía y la credibilidad internacional del Banxico, el Senado aprobó el miércoles una polémica reforma a la Ley del Banco de México, que plantea que las divisas que no sean repatriadas a su país de origen, puedan formar parte de las reservas internacionales que vigila la institución.
Esta iniciativa, propuesta por Ricardo Monreal, finalmente quedó que “los montos que no puedan repatriarse serán comprados por el Banco de México, para lo cual el Banco, escuchando a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) regulará el procedimiento de compra al tipo de cambio vigente”. Esto tiene que ver con las remesas también, o es lo que dicen.
Hay que observar con detenimiento esta iniciativa que espera la aprobación —casi inminente— de la Cámara baja. El mismo Gerardo Esquivel, subgobernador de Banxico, lamentó que se avalaran estas reformas, ya que evidentemente es probable que se atente contra la autonomía del Banxico.
No es novedad que el gobierno de la Cuarta Transformación busque, desde que llegó al poder, terminar con la autonomía y credibilidad de instituciones, que en ocasiones el presidente ha calificado de “neoliberales” y que pareciera, están contra el pueblo. Ahora, bajo pretexto que “Banxico no será empleado de la FED” —según Ricardo Monreal—, se lanzó la iniciativa.
Gaby Siller, economista y analista, mencionó en Twitter los riesgos de modificar esta ley y coincide en que se vulnera la economía, entre otros puntos.
Otros analistas expresaron que habría la posibilidad de practicar el lavado de dinero y recursos de procedencia ilícita, específicamente, del crimen organizado. De ser real o que llegue a suceder, el objetivo de desacreditar al Banxico, así como la pérdida de su credibilidad y autonomía, darían efecto tal como lo maquila el gobierno de López Obrador.
Y esto, evidentemente, le daría el tiro final al Banco de México: Lo pueden sancionar del extranjero, que traería prohibiciones en las transacciones, el congelamiento y que se confisque la reserva internacional. Por eso hay que pedir a la Cámara de Diputados que evite esta caída en la confianza de un organismo que no tenía falla alguna y que puede traer problemas sociales más graves de los que ya tenemos.
Insisto, —sin pensar mal— la Cuarta Transformación se está dedicando a acabar con todo, so pretexto de que tienen genes neoliberales y de la “mafia del poder”, aunque se empiezan a parecer cada vez más. Y todo para que ahora el Banxico sea subordinado del poder Ejecutivo. El Banxico es quien sostiene la certeza de la economía del país.
Al final del día, el Banxico dio postura y se defendió ante la iniciativa.