Cuántas veces
He deseado de modo sincero y urgente,
Casi implorando,
Que estuvieras aquí,
Sin saber que en realidad,
Desafiando incluso las leyes del tiempo y la distancia,
Siempre has estado aquí.
Cuántas veces
Has pensado que los nuestro ha acabado,
Que ya es pasado,
Cuando aún es demasiado pronto para ver lo que va a pasar,
Desde entonces éramos nuevos y nunca dejaremos de serlo.
Cuántas veces
He tratado de averiguar
Que pasa por tu cabeza,
Cuando en realidad nunca lo quise:
No quiero leerte la mente,
Quiero escribir en ella
Cuántas veces nos preguntamos,
Durante nuestras bastas madrugadas,
Que si esto era solamente un sueño imposible de nuestras noches buenas,
O una pesadilla predecible de nuestras luces malas,
Sin entender que las mejores respuestas se dan cuando no hay preguntas.
Cuántas veces
Te has quedado con la idea de disfrutar la trama más que el desenlace,
Inundando tu cabeza con la idea de que lo nuestro tiene final,
Cuando aún no ha comenzado,
Porque cuando se anuncia un comienzo es porque sabes que va a acabar,
Por eso nosotros siempre seremos un inicio sin anunciar.
Cuántas veces
Hemos pensado
De manera cobarde y precipitada en huir,
Sería un error escapar,
Yo no puedo correr de mi destino,
Más cuando mi destino siempre has sido tú.