Daniel CallejasOficialmente se cumplieron los primeros 100 días de gobierno de Andrés Manuel López Obrador como presidente. Aunque, en realidad, hace meses que manda y promete, quizás desde el 1 de julio mismo.
Las encuestas (mismas que hemos cuestionado) hoy ponen al mandatario mexicano como uno de los mejores del mundo. Al menos en el continente americano es referencia, en medio de jefes del Ejecutivo como el católico ferviente Jair Bolsonaro, en Brasil; el ex comediante Jimmy Morales, de Guatemala; o el represor Daniel Ortega, de Nicaragua.
Pero Andrés también puede tener un poco de todos: con las homilías matutinas -que prometió acabarán en 2024-, la capacidad de estar en un atril por dos horas sin tomar agua contando los mejores chistes contra la corrupción, o descalificando a los opositores y analistas de la 4T.
En el peor de los casos, se ausenta del debate para no comprometer sus principios (¿o popularidad?), por ejemplo, al no dar una postura sobre el aborto “porque es más importante acabar con la corrupción”. Si este mal no ha muerto en tres décadas, ¿qué le hace pensar que terminará en seis años? Ojalá le dé tiempo de resolver todo lo que prometió cuando enamoró al pueblo en un romance iniciado hace más de 12 años.
Por fortuna, todo es peace and love en la Cuarta Transformación, pues al finalizar su enésima conferencia para hablar de sus primeros 100 días, algunos empresarios le reiteraron todo su apoyo a AMLO a como diera lugar. Por ejemplo, Carlos Slim, el empresario y mexicano más rico del mundo, que asegura que con el tiempo mejorará la economía del país.
Y si no es la de México, al menos la de los bolsillos de Grupo Carso, ya que Carlos es buen amigo de los presidentes. Tan solo con Enrique Peña Nieto recibió más de 103 mil millones de pesos a través de 884 contratos públicos; con Andrés los beneficios seguirían con carreteras, concesiones para explotar minas, infraestructura, telecomunicaciones y todo lo que se pueda comprar.
Qué bueno que las relaciones con la Industria Privada mejoran, como dio a entender el presidente del Consejo Mexicano de Negocios (CMN), Antonio del Valle, al decir que el discurso de López fue “conciliador”.
Cambio de giro
Andrés Manuel aseguró que se acabó el huachicoleo. Pero quizás no se ha dado cuenta que quienes robaban combustible ahora se dedicarán a otras cosas, como los homicidios, secuestros, extorsiones y a la delincuencia, que no se crea ni se destruye, solo se transforma.
Al final, la inseguridad es el peor cáncer de México, quizá más que la infinita corrupción, pero a 100 días, nada más no se sabe cómo va a combatir esta última. El primer corte de caja deja muchos pendientes y poco tiempo antes de que se le canse el ganso.
