El cambio de México al parecer debe ser bajo látigo y regaño. Y es que así lo están dejando ver los primeros 11 días de la Cuarta Transformación, en específico con Félix Salgado Macedonio, el político guerrerense que un tiempo anduvo en moto.
Bajo su papel de senador de Morena –partido con mayoría en el Congreso–, el legislador ahora quiere revivir decisiones tomadas por ahí del sexenio de Ernesto Zedillo. Y como buen autoritario que puede ser Salgado, propondrá al presidente Andrés Manuel liquidar a los ministros de la Suprema Corta de Justicia de la Nación (SCJN).
¿Por qué? Pues porque frenaron la Ley de Remuneración a altos funcionarios e implica que no quieren ganar menos que López Obrador, 108 mil pesos mensuales. Y entonces Félix amenazó con solicitar que se vayan de la SCJN y que el presidente traiga nuevos ministros que sí acaten las órdenes de la 4T.
De hecho, Salgado Macedonio refirió que Zedillo también liquidó ministros en 1994, aunque eso fue por desobedecer al presidente, sino que la modificación se planteó por una reforma en ese año para reducir de 26 a 11 ministros –número que permanece– en la Suprema Corte.
Salgado, tan defensor de la Cuarta Transformación, pero tan amenazador como cualquiera que no acepte ideas distintas. Por ejemplo, hace unos días también advirtió –bajo el pretexto de defender la ley– que los gobernadores deben acatar las decisiones del poder Ejecutivo ajustados al lineamiento de la Carta Magna.
En sus propias palabras: “Ningún gobernador de ningún estado de la República podrá oponerse al mandato constitucional, todo eso está por ley”, con lo que amenazó que se desaparecerían los poderes en las entidades para que todo lo decida Andrés Manuel, o los “superdelegados”.
¿Qué harán los “superdelegados”?
Serán coordinadores estatales y enlace entre los gobernadores y el presidente de México, encargados de la implementación de planes, programas y acciones para el desarrollo integral, atender a la ciudadanía, supervisar los servicios y programas a cargo de las secretarías, las dependencias y entidades. No así con la seguridad, acordado la semana pasada.
Y, de hecho, algunos de estos encargados ya son conocidos por haber perdido la elección del estado (Delfina Gómez/Edomex) o, quizá, ser los próximos candidatos a gobernadores de las entidades que coordinen.
Ahora bien, Salgado Macedonio topó con pared cuando el gobernador Enrique Alfaro dijo que Jalisco no se raja, por lo que no se va a vulnerar la soberanía –al menos– de su estado. Esto, sin duda deja ver un ligero esbozo de la muy urgente oposición que necesita México, que comenzaba a construirse cuando otros 12 gobernadores firmaron un desplegado contra dichos “superdelegados”, a quienes ven como un sometimiento de las órdenes locales.
A ver con qué nos sigue sorprendiendo la Cuarta Transformación, no solo con López Obrador, sino con sus decanos de la política como el mismo Salgado Macedonio, Miguel Barbosa, Porfirio Muñoz Ledo o Gerardo Fernández Noroña.
Apuntes de un Centinela: Venga a nosotros tu reino, Cuarta Transformación