Mueve a México

Música de protesta: Esta es la que mueve a México (Me Muelen a Palos)

Un valedor arriba del colectivo sin capa, sin poderes que rebasen lo natural, sin un traje resistente al fuego del infierno y sin millones para levantar la torre Avengers en Paseo de la Reforma o construirse un búnker bajo la Catedral del Zócalo es nuestro nuevo héroe.

Ahí va ese carnal, como todos los días, trepado en un camión donde se juega mucho más que su sistema respiratorio en un contagio de COVID-19, donde puede perder la quincena en un asalto, la vida en un balazo, en una volcadura, en una explosión, en un arresto policial, pero ahí va.

Es muy probable que el tránsito lento provocado por una manifestación de automovilistas lo haga llegar bien tarde, seguro le descuentan unas horas, medio día o el día completo, igual y le pegan la cagada de su vida, le gritan, le humillan, pero de todas formas debe quedarse a chambear.

Música de protesta: George Floyd

Hastiado, lleno de coraje, impotencia y muchísima tristeza abre la ventana y se pone a gritar: «Esta es la que mueve a México, miren, esta es la que mueve a México. Los obreros movemos a México. Pinches Ridículos».

Dice Jorge Berry que las quejas son pura envidia de la mala porque nosotros no tenemos un BMW, un Mercedes Benz. Dice el periodista que si queremos uno, por favor trabajemos para comprarlo. Dice que esos no los regalan.

No importa que 95 millones 784 mil 628 mexicanos (75.6%) tienen más de 15 años, pero únicamente 57 millones 328 mil 364 (59.9%) se considera población económica activa, aunque 27 millones 783 mil 703 de trabajadores ganan de uno a dos salarios mínimos; es decir, de 123.22 pesos a 246.44 pesos por una jornada laboral de ocho horas, cinco días a la semana, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI en el primer trimestre de 2020.

¡Hay que trabajar más, mucho más para tener un BMW!

En fin, ese no es el día a día normal de un trabajador de la clase baja. De hecho, sólo fueron unos minutos de la molida a palos que se llevan constantemente, como cantaron Los Bunkers en el álbum Barrio Estación (2008).

Música de protesta: Las Odio

Para entonces, los chilenos ya se habían trasladado a la capital Azteca para continuar su carrera musical, donde se toparon con una realidad no muy diferente a la de su país. La de un país de injusticias, de precariedad laboral, abusos salariales y el 1% de los más ricos haciéndose cada día más ricos a costa del obrero.

Uso el mismo pantalón y la misma cara desde ayer

Callo sin una razón, solamente para complacer

Quién me puede asegurar que me dices toda la verdad

No me des la misma mano con la que no me dejas ganar 

La banda Chilena volvió a los escenarios en 2019 para dar dos conciertos en plazas públicas de su país, donde la comunidad estudiantil y obrera libran una batalla desde octubre de 2019 contra el alza de los precios al transporte público, la desigualdad económica, el aumento del desempleo y los abusos de poder.

Música de Protesta: Conversaciones

Canciones como «Deudas», «Canción para mañana», «Me Muelen a Palos», «El Detenido», «Niño» o «No necesito pensar» se convirtieron en gritos de guerra durante las protestas que han cobrado la vida de más de 30 personas a manos de la policía.

No me vuelvas a decir que recoja lo que te sobró

No me puedo acostumbrar a mirarte y no sentir rencor

Nunca hemos ganada nada y tampoco vamos a agarrar

Pese a todo yo estoy bien, pero luego se me va a pasar

No son muy claras las razones que movilizaron al nuevo Frente Nacional Anti AMLO (FRENAAA), pero en la otra cara de la moneda, existen mexicanos que sobreviven al encierro por la pandemia de coronavirus; que no tienen ganancias desde hace más de dos meses; que sufrieron la reducción de hasta el 60% de su sueldo; que fueron despedidos (algunos injustificadamente) por la falta de ingresos en las Pequeñas y Medianas Empresas; que deben utilizar cubrebocas en las calles o la policía los mata a golpes; que no pueden vender congeladas porque la policía los mata a golpes.

 

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